La algidez del conflicto nos
denota la mala política minera o la falta de esta en el Estado Plurinacional de
Bolivia.
La falta de una ley minera y de
un reglamento específico al funcionamiento de las cooperativas mineras, que se
han reproducido de manera geométrica en todo el occidente, incluyendo el norte
de La Paz, es la raíz del problema
Existen cooperativas que bien podrían llamarse empresas mineras, que generan bastantes recursos a sus afiliados, que se traducen en un despilfarro de esos ingresos en gasto insulsos que son solo de beneficio temporal, sin que estos millones de dólares que se producen puedan generar otras economías en el entorno, las mismas que sean la salvaguarda de ellos mismos en el futuro, previendo un agotamiento de las vetas o la eminente caída del precio de los minerales en el futuro o el achique de mercados o cambios en la tecnología; etc, etc.
He tenido la oportunidad de
conocer de cerca el trabajo de cooperativas en los Departamentos de Potosí y
Oruro y he observado que estas al momento están generando importantes
cantidades de recursos económicos, que no son nada bien aprovechados y que en
un 80% o más de estos recursos son dilapidados en un consumismo derrochador.
Existen también muy pocas
cooperativas pequeñas que aglutina a pocas familias y que realmente realizan un
trabajo cooperativo entre sus asociados, donde el laboreo es casi manual y que
los recursos que se generan apenas cubren los costos de operación y generan un
excedente mínimo para cada asociado.
Desde que el complejo minero del
sur en Potosí, gran parte del Cerro Rico, San José, LLallagua, Catavi, Santa
Fe, Japo, Morococala, Viloco, Colavi, etc fueron traspasadas a las cooperativas
en la década de los 80 y ahora la actual veta Rosario de Centro
Minero de Colquiri por el actual gobierno, las cooperativas siempre
han tenido beneficios diferenciados en relación a otros sectores y
actualmente han sido fortalecidas por el gobierno del MAS, sin que previamente
se haya trabajado en una Ley Minera y un reglamento específico para este
sector. Esto representa un error que ahora se traduce en este
"inicio del conflicto", pues el actual código de minería no es claro
con relación al funcionamiento y responsabilidad social y económica de las
cooperativas y ante la falta de regulación se presenta un vacío difícil de
solucionar.
En los últimos seis años este
sector a ha sido bendecido desde el palacio de gobierno con todos los
requerimiento planteados por la FEDECOMIN, el mismo decreto 1337 fue promulgado
por presión de la cooperativa 26 de febrero
Con todas estas dadivas el sector
de la minería cooperativizada se ha fortalecido de tal manera, que a presión de
dinamita quiere imponer su verdad frente al pueblo desprotegido, que tiene que
soportar las acciones violentas y el ataque frontal a sus derechos.
Las cooperativas mineras han
demostrado que lo único que prima en su lucha, es el afán
personalista e individualista del sector y de las personas que las dirigen; sin
que para ello importe el entorno de la nación toda, en este afán del saqueo de
los recursos naturales, se han hecho caso omiso a elementos primarios que antes
de toda demanda, deberían moralmente aplicar, proporcionando seguridad
industrial y salud ocupacional, además de demostrar la erradicación total del
trabajo infantil y la desaparición total de la discriminación hacia las
mujeres.
Aún se puede observar una falta
de compromiso en el cuidado del medio ambiente, además de la mejora de las
condiciones de vida fuera de las bocaminas donde un gran porcentaje de
trabajadores e incluso socios cooperativistas carecen de condiciones primarias
en lo que ahora se denomina el buen vivir.
No existe claridad en el manejo
de sus cuentas, pues no existe control sobre tal tema bajo la presentación
pública de rendición de cuentas, lo que hace que se eludan temas impositivos e
incluso de regalías mineras, pues al no existir mecanismos de control a la
salida del mineral en bocamina no se realizan las declaraciones reales y se
presupone que existe una evasión de sus obligaciones con la Patria.
Se puede aseverar que en algunas
cooperativas los ingresos per cápita mes de sus asociados están por encima de
los 20.000 Bs exentos de impuestos…. Sino como explicamos la compra de miles de
vehículos caros, crecimiento en el sector de la construcción y otros aspectos
que se observar a simple vista .
Es fundamental que el Estado
pueda de una vez trabajar sobre la Ley Minera y sobre un reglamento de
cooperativas, de tal manera que se pueda regular el trabajo de las mismas desde
todos los aspectos: que se fijen impuestos; que se dejen regalías bajo control
eficaz en el pesaje y laboratorio fuera de mina; que se cumplan regulaciones de
seguridad industrial y salud ocupacional; que se elimine el trabajo infantil
bajo sanciones totalmente fuertes y estrictas ; que se obligue a las medidas de
mitigación y cuidado del medio ambiente (diques de colas, tratamiento de aguas
acidas, etc.), que se induzca a la reinversión; que se puedan realizar
auditorías a sus fianzas; que se mejoren las condiciones de vida de las
poblaciones vulnerables que viven del sector (Palliris, niños); que se
garantice una mejora de las condiciones de vida en los campamentos mineros como
es el acceso al agua y el saneamiento básico.
En fin son muchos temas que
deberían tenerse en cuenta para que en cumplimiento a un reglamento de
cooperativas inscrito en la Ley Minera, el Estado recién pueda dar
en concesión un yacimiento, y a partir de este cumplimiento, incluso
podrían ser sujetos de ayuda por parte del estado incluso en la
apertura de reservas fiscales, créditos, además del contar con el apoyo de
la cooperación internacional.
Mientras las cooperativas no
cumplan estos requisitos indispensables, podrían ser considerados por las
generaciones del futuro como una plaga de langostas que una vez agotados los
recursos no dejarán más que desolación sin haber aportado en nada al
bien común.
Pero también por otro lado, el
gobierno está generando una carga social a pasos agigantados con la creciente
masa de trabajadores asalariados en los centros mineros en poder de COMIBOL, lo
cual poco a poco generaran al estado un costo social sumamente alto
en el momento que el ciclo del auge concluya, como así ya lo exprese
en otro artículo (La Minería su Problemática Pasado y Futuro Aula
Libre 17julio 2012)….
Están llamados a ser candidatos
presidenciales en las próximas elecciones, quienes quieran asumir el reto de
heredar estas malas decisiones.
Para que el problema no se
acrecenté más, es el momento que se entre en una negociación con los
dos frentes y que la misma tenga definiciones claras, que agilicen el
tratamiento de la Ley Minera y se elabore un reglamento de funcionamiento y
normativa para las cooperativas; que el gobierno pueda medir la carga social
que se está acumulando y pueda desinflarla en base a posiciones claras.
Mientras la improvisación y los
afanes electoralistas primen y no se trabaje seriamente, el problema volverá,
tal vez ya no en Colquiri, pero es seguro que el agua estancada siempre buscará
otro escape.
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