LA MINERÍA SU PROBLEMÁTICA
PASADO Y FUTURO
Si hacemos una
lectura de la historia veremos que la minería extractiva ha pasado por una
serie de ciclos de auge, a momentos de caída rotunda.
Luego del
descubrimiento del Cerro Rico de Potosí, cuando el tratamiento de la plata no
tenía un proceso industrial para poder aprovechar la extracción al máximo del
mineral, la actividad se la hacía sobre las venas que sobresalía dicho cerro,
las mismas que según cuentan los cronistas eran de una pureza tal que no
necesitaba muchos esfuerzos. A los seis meses del descubrimiento la población
asentada en las faldas del cerro había crecido desmesuradamente tal y como
ocurrió en todas las fiebres por el afán de la riqueza. Cuando las vetas
mineras empezaron a escasear en su riqueza, se generó la primera crisis minera,
con la que cientos de personas que llegaron a esta zona dejaron la actividad.
Fue hasta 1571 cuando se introdujo el proceso del patio o la amalgamación del
mineral con el mercurio, proceso descubierto por Bartolomé de Medina y luego
instituido por Toledo, habiendo generado el casamiento
más importante entre Potosí y Huancavelica. El auge que conllevo a este descubrimiento
se tradujo en la industrialización a través del sistema de moliendas bajo
energía hídrica, haciendo que la población potosina creciera de manera
desmesurada.
Al finalizar la
guerra de la independencia se produjo otra caída de la minería, lo que hizo que
la población de la otrora ciudad más grande de américa, genere un proceso de
migración bastante grande dejando despoblada a la ciudad[1].
En el siglo XIX,
la ya consolidada revolución industrial en Europa y Estados Unidos, hizo que
nuevamente se genere un auge en la minería, que generó en el emporio de los
famosos varones del Estaño para el siglo XX, ya que la materia prima para
entonces fue el estaño, necesitado en la nueva industria y la industria
militar.
La revolución de
1952 hizo que se nacionalicen las minas a favor del estado boliviano, quien
asumió de manera estatal la gran industria minera, que poco a poco fue en declive
hasta llegar la década de los años 80, donde la caída del precio de las
materias primas resulto en una gran depresión para el sector, ya que la llamada
relocalización hizo que cientos de miles de mineros queden sin fuentes de
trabajo incrementando el desempleo abierto y sumándose a ellos una crisis
económica insostenible para el gobierno de turno.
Luego de la nacionalización de las minas del 31 de octubre de 1952, tres sectores producían la casi totalidad de minerales en el país: la minería estatal nacionalizada o Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), la minería mediana y la minería chica. La minería cooperativa era todavía muy incipiente. La minería mediana y la chica se desenvolvieron con altibajos por factores como los cambiantes precios del estaño, la presión impositiva y la gran inflación (1953-1956), en que los tres sectores recibieron moneda nacional al cambio diferencial, mucho menor con relación al dólar.
Las Minas nacionalizadas en franco tren de agotamiento,
excesiva injerencia sindical a través del Control Obrero, incremento
anormal de personal, corrupción y burocracia condujeron a pérdidas económicas
que forzaron a COMIBOL a buscar ayuda externa antes de terminar la década de
1950. Por agotamiento y problemas operativos la mina Pulacayo se cerró y
cooperativizó en 1959 y por la caída del precio del wólfram corrieron igual
suerte las minas Kami en 1962 y Bolsa Negra en 1963. El pago de beneficios
sociales por cambio de razón social a los trabajadores de las minas
nacionalizadas a Simón Patiño, Mauricio Hochschild y Carlos Víctor Aramayo (que
debió ser realizado por éstos), los pagos por indemnización, la sobrecontratación
de personal, la menor producción y la mala administración, traducidos en
desfase económico y financiero, influyeron para la gran inflación, frenada por
el Decreto Supremo 4358 del 15 de diciembre de 1956 (Hernán Siles) llamado de
Estabilización Monetaria.
La COMIBOL para eliminar las pérdidas económicas recurrió a
la ayuda externa la cual se tradujo bajo el Plan Triangular (porque
intervinieron los gobiernos de Estados Unidos y Alemania y el Banco
Interamericano de Desarrollo) funcionó entre 1961 y 1970, con un desembolso
(préstamo) de 62,1 millones de dólares, que resultó un fracaso pues sólo
consiguió disminuir las pérdidas. Entre los pocos efectos positivos estuvieron
la adquisición de equipos y repuestos para las minas e ingenios y la
disminución del número de trabajadores, que posteriormente volvió a crecer.
Entre 1981 y 1985, las cada vez mayores pérdidas de COMIBOL
sumaron un total 799 millones de dólares, influyendo en la hiperinflación del
período 1982-1985. Para frenarla se promulgó el mentado D.S. 21060 del 29 de
agosto de 1985 llamado Nueva Política Económica, que entre otras medidas
descentralizó COMIBOL y pasaron a su administración las fundiciones de Vinto y
Karachipampa y el yacimiento del Mutún. Todos los pasivos fueron transferidos
al Tesoro General de la Nación.
Relocalización
El 24 de octubre de 1985 se declaró la insolvencia del
Consejo Internacional del Estaño (CIE), que incrementando las compras de estaño
para su reserva de estabilización, hizo bajar el precio. La insolvencia
derrumbó el precio del estaño y significó en Bolivia el fin de esta era
iniciada en los albores del siglo XX. El presidente Víctor Paz en un mensaje a
la Nación indicó que cada libra de estaño se producía a 10 dólares, pero se
vendía en 2,48 dólares "y no se preguntan quién paga la diferencia".
El productor con los mayores costos era COMIBOL.
El D.S. 21237 del 25 de agosto de 1986 modificó la
estructura de COMIBOL en cinco empresas descentralizadas y ya no tomó en cuenta
a Catavi, Santa Fe, Japo Morococala, Viloco, Colavi, Chorolque, Matilde y
Corocoro, dando inicio a la mal llamada "relocalización" que
en los hechos fue un despido de miles de trabajadores. Posteriormente se
fueron cerrando otras minas, hasta que quedó operando solamente Huanuni. Según
el libro "El rostro minero de Bolivia" (Arturo Crespo, 2009), de
30.174 trabajadores al 31 de agosto de 1985, fueron retirados 24.755. Estas
cifras incluyen 2.599 trabajadores de las fundiciones de Vinto y Karachipampa,
de los que fueron retirados 1.962, vale decir que de 27.575 trabajadores de las
operaciones y oficinas mineras, fueron despedidos 22.793. La "marcha por
la vida" convocada inmediatamente por la COB para repudiar el D.S. 21237,
en la que 5.000 mineros con sus familias marchaban de Oruro a La Paz, fue
detenida y disuelta en Calamarca. Desde entonces es posible que la COB y la
Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) perdieron su
protagonismo contestatario a las políticas gubernamentales.
En los sectores de la minería mediana y chica se cerraron
también varias minas estanníferas. Estimaciones aproximadas dicen que
2.251 trabajadores de la minería mediana y 8.192 trabajadores de la minería
chica, haciendo un total de 35.198 trabajadores desempleados en la
minería boliviana.
Efectos
Los miles de trabajadores despedidos tomaron diferentes
rumbos: se establecieron en ciudades, volvieron al campo, fueron al Chapare
(Inicio de la siembra de coca ilegal y aparición del narcotráfico y crecimiento
de la delincuencia), y varios miles lograron firmar contratos de
arrendamiento con COMIBOL, para trabajar en las minas cerradas, logrando acceso
a la infraestructura básica desarrollada por la empresa estatal. Hoy existen
cooperativas en todas las minas de COMIBOL, aún en las que operan mediante
contratos de arrendamiento y riesgo compartido suscritos con empresas privadas.
Según
datos del Ministerio de Minería y Metalurgia la relocalización cambió
completamente la estructura de la fuerza laboral en la minería nacional,
incrementando paulatinamente el número de cooperativistas de 28.649 en 1985 a 65.890 en 2010 (Aunque
también se maneja un dato cercano a los 80.000). Su número, su no dependencia
patronal y su presencia en gran parte del país especialmente en la zona
altiplánica, le han dado una fuerza social y política que es muy temida y
tomada en cuenta por todos los gobiernos desde la década de 1990. Además de las
muchas medidas de fomento que lograron, actualmente tienen presencia en los
poderes ejecutivo y legislativo. A la inversa, la fuerza laboral se ha reducido
notablemente en COMIBOL, en la minería chica y en menor medida en la minería
mediana. En 2008 tenían 4.950, 2.240 y 5.138 trabajadores respectivamente, que
a la fecha ha variado poco[2].
Aunque
en los dos últimos años la COMIBOL ha incrementado sustancialmente la mano de
obra, solamente en Huanuni existen 5.000 trabajadores mineros la los
mineros asalariados dependientes del Estado.
A
mediados de la década de los años 90 se presenta un auge y repunte del precio
de las materias primas, que nuevamente resulto en una fiebre por la minería, en
la que cientos de personas decidieron trasladarse a los centros mineros grandes
como los de Potosí, Oruro, donde se consolidaron las formas de cooperativismo
minero demandando de la COMIBOL la explotación de más minas del Estado. La
Federación de Cooperativistas Mineros (FENCOMIN) logró un compromiso del
Gobierno de priorizarles las gestiones para la concesión de 400 nuevas áreas de
explotación minera[3]
La falta de
lectura de la historia es uno de los problemas por los que Bolivia no ha sabido
planificar sus desarrollo, este auge de la minería conllevará a muchos
problemas sociales al futuro, si tomamos en cuenta este breve paseo que por la
historia, veremos:
a. Que la minería siempre formará parte de ciclos
económicos, de alzas y bajas.
b. Que nunca el Estado trabajo para dar alternativas a
la población emergente del sector para poder impulsar otras actividades.
c. Que la minería ha generado y genera un grave problema
al medio ambiente, ya sea en explotación como en tratamiento.
Percepción del presente y futuro: La minería volverá a
tener una caída, aspecto que es inevitable, no hay una precisión o cálculo
econométrico que nos dé con certeza en que tiempo esto podría ocurrir, ya que
la misma está sujeta a muchas variables de: mercado, de necesidades e incluso del
avance tecnológico, por lo que los problemas sufridos anteriormente volverán,
generando nuevamente un descalabro social para el Estado, por lo que como
expresábamos a priori, el Estado, debería planificar hacia el futuro mecanismos
de generar propuestas alternativas para evitar nuevamente una
escalada de problemas sociales desempleo y las consecuencias sociales ya
vividas en un pasado mediato.
Condiciones de Vida Actuales Chorolque |
Al momento ya
existe un problema social bastante grande y que se encuentra encubierto en los centro mineros, principalmente en el
Cerro Rico de Potosí donde las cooperativas mineros han atraído una gran
cantidad de mano de obra que se ha trasladado del campo a la ciudad,
asentándose esta en barrios emergentes como el Barrio Nuevo Potosí o la Villa Victoria,
la mayoría de esta población trabaja para las cooperativas, no como asociados,
sino como trabajadores jornaleros, quienes no tiene seguro social o aporte a la
AFP. Pero ese apenas es uno de los muchos problemas, ya que las familias de
estos trabajadores mineros no cuentan con centros de salud apropiados, si bien
accede a la educación formal, existen altos índices de deserción escolar, pues a
cierta edad son atraídos por los salarios que ofrece el trabajo minero,
abandonando la educación. Otro problema que se presenta en esta población son
los altos grados de desnutrición en niños menores de 10 años. Se suman a estos
problemas, la falta de diversificación de la economía familiar, ya que a lo
mucho esta se concentra en pequeños negocios de trabajo informal.
Si bien existen
ONG’s que trabajan en temas de esta naturaleza, que de alguna manera están
coadyuvando la problemática, pero que de ninguna manera podrán solas dar
solución, pues los problemas citados son apenas un vértice de un complejo
problema que suma al alcoholismo, la falta de conocimiento del ahorro y la
reinversión, el maltrato a las mujeres y niños.
El momento que
llegue la crisis al sector, los problemas serán mucho más serios de los que se
presentaron en décadas pasadas, ya que por lo menos en la relocalización hubo
pagos, desahucios y entrega de recursos a los mineros de la COMIBOL. De
presentarse una caída intempestiva del precio de los minerales, se generará un
proceso de desempleo abierto que acarreará con él un sinnúmero de otros
problemas, que a la fecha ya son latentes como las descritas líneas arriba.
En función a
estos antecedentes el Estado debería hacer una lectura del pasado para
planificar el futuro y no suponer que el auge de la minería durara una
eternidad, ver la cantidad de problemas sociales que generó la última crisis,
problemas como el desempleo, el contrabando, el narcotráfico, el alcolismo, la
desintegración familiar, et., etc.
Bocamina Cooperativa Minera San Pablo (Oruro) |
Lastimosamente esto no se ve así, no se hizo una lectura del
pasado, para poder orientar una planificación orientada a alternativas
de empleo para las poblaciones más frágiles de extracción minera,
que mejoren las condiciones de vida de los niños, de las mujeres y
de los propios mineros.
Los altos
ingresos que reportan las ganancias en la minería deberían haber sido
orientados a la reinversión, de tal manera que cuando el ciclo de bonanza pase,
se tengan otras fuentes de ingreso más sostenibles y más saludables. El ejemplo
del pasado con la relocalización mostro que aquellos mineros que recibieron el
desahucio y su indemnización, no tuvo tampoco la orientación para la inversión,
haciendo que esos dineros recibidos de años de trabajo sean dilapidados en la
mayoría de los casos, aspecto que aún se ve, pues los ingresos que reciben por su trabajo, son
destinados a gastos insulsos al derroche el alcohol y diversiones vanas, como
una lógica del vivir el presente sin proyectar el futuro.
Aguas Ácidas Centro Minero San José |
Por último, los
efectos al medio ambiente son más dañinos que en épocas pasadas ya que la sobre-explotación no tiene ningún respeto por el medio ambiente, contaminando
las micro y macro cuencas, el aire y el entorno, sin que sea de preocupación
por el minero. En el caso del Cerro Rico, la presión sobre la montaña es aún
mayor y sus efectos se notan en los constantes derrumbes.
Ingenio Coop. Minera Chorolque |
Desde mediados
de los años ochenta, la tecnología de flotación para el tratamiento de los
minerales en los ingenios acostados en las orillas del río de la rivera en
Potosí y en otros centros mineros, hacen que los químicos como el xantato,
arsénico y otros usados para el tratamiento del mineral, sean echados
indiscriminadamente a las cuencas. Si bien se ha insistido en la necesidad de tener
elementos para la mitigación, como diques de cola o plantas de tratamiento de
aguas, estas no son la solución definitiva al problema y se ve que miles de
toneladas de desechos químicos son derramados a las cuencas del Pilcomayo o del
Lago Poopó, lo que inevitablemente genera un grave perjuicio en las poblaciones
dedicadas a la agricultura y la crianza de ganado, pero principalmente en la
destrucción de las formas de vida silvestre ya sea vegetal o animal.
Diques de la empresa Minera Manquiri |
Las
nacionalizaciones de las concesiones mineras a favor de insurgentes grupos
denominados cooperativistas genera un daño a todos los bolivianos, ya que el
pago de indemnizaciones por estos hechos son pagados por el ciudadano de a pie,
que no tiene conocimiento y participación en los beneficios, pero si en los
costos que esto demanda.
En conclusión,
es fundamental que el Estado se dé un baño de historia y en base a esta
planifique, que deje de ver la minería como la alternativa de empleo futuro,
que concerté, que oriente, antes de sucumbir a las presiones de este sector,
pues el País necesita planificar su futuro, no podemos dejar más problemas a
las futuras generaciones, problemas como el desempleo, narcotráfico y fundamentalmente
incremento de la pobreza.
[1]….. hacia 1825, los yacimientos de plata
estaban prácticamente agotados y la población se redujo a 48.000 habitantes. A
principios del siglo XX, la explotación del estaño cobró importancia y la ciudad comenzó a crecer
nuevamente….. Historia de la Minería Andina Boliviana Carlos Serrano
[3] Los Tiempos 28 de
junio 2012