Es obvio y claro que la competencia automovilística denominada
Dakar (Capital de Senegal), en su ajetreado
movimiento conlleva el desplazamiento de ingentes cantidades de
materiales tóxicos, y contaminantes que
son esparcidos por todas las áreas por donde se desarrolla esta carrera. Al ser
estos territorios en su mayoría inhóspitos, donde la presencia del hombre ha
estado casi siempre ausente a lo largo de miles de años, el impacto ambiental muy grande.
En el desarrollo de la competencia se altera de manera violenta la
armonía del medio ambiente, esta parte del altiplano y costa tiene una variedad
de especies vegetales y animales en su
mayoría endémicos… en entrevista a un canal deportivo el Representante
Boliviano Chavo Salvatierra expresaba:….cuando corría a lado de la costa a gran
velocidad, podía ver miles de cangrejos
rojos que iba pisando… no se cuantos abre matado, incluso pude ver un león
marino muerto(sic)……[1]
Los cientos de carros que son desplazados a los lugares, despiden
gases de efecto invernadero que se acumulan en la atmosfera en niveles mas
altos en el desarrollo de la carrera, asimismo estos vehículos derraman fluidos
sobre tierras muy delicadas como el desierto de Atacama donde existe flora muy
particular del lugar y muy escasa; las personas generan basura.......en consecuencia
existe un gran impacto antrópico en la zona.
La destrucción de sitios arqueológicos, ya denunciadas en Chile
desde 2009, es otro de los elementos que hay que tomar en cuenta, son zonas que
aún no han sido exploradas en su totalidad, expediciones arqueológicas por la zona aún siguen descubriendo restos
humanos momificados de mucha antigüedad, que aún no han terminado de contar su
historia.
En esta competición se han dado muchas muertes, tanto de
competidores, de espectadores, y de pobladores.
Pero por otro lado, la carrera es una vitrina al mundo, es un
evento que si bien genera mas ingresos a organizadores y multinacionales,
también tiene un impacto directo en las propias economías de los países si es
que estos saben manejar esta posibilidad.
Habrá que poner en la balanza, el impacto negativo y el positivo,
si se quiere llevar a cabo esta competición en Bolivia, los organizadores
deberían cumplir con reglas de juego
bastante estrictas y bien establecidas, amparadas en las leyes y regulaciones
ambientales, culturales y de salud, y
deberían hacerlo de manera ética.
En el hipotético caso de que bajo este criterio Bolivia prestara su territorio para este evento, la ASO (Amaury Sport Organization) debería tener una declaración ambiental amplia, este manifiesto debería llevar políticas ambientales, capaces de revertir cada año los daños ocasionados por el desarrollo de la competición, para lo cual habría que establecer indicadores precisos a ser evaluados al término de cada carrera. La conformidad con el cumplimiento de lo manifestado, debería otorgar o rechazar una licencia ambiental para el desarrollo del evento, vale decir que es Bolivia la que imponga condiciones y no así la ASO.
El Estado no tiene en ningún momento la obligatoriedad de aportar
con una suma de dinero para este evento[2],
la obligación del Estado sería la de dotar de servicios, facilidades y
hospitalidad a los visitantes, si es que en caso Bolivia tomara la
determinación de que la competición pase por territorio boliviano. Por su parte
los organizadores, deberían elaborar este manifiesto ambiental, que sea claro y ético, documento base para lograr la licencia y el permiso de
organización y realización de dicho evento por territorio nacional.
Lastimosamente, Bolivia no esta bien asesorada y en ningún momento
se ha hecho una reflexión de esta naturaleza, es mas los ejemplos de un
descuido al medio ambiente en Bolivia son claros a notar. Nuestras cuencas
acuíferas están siendo cada vez mas contaminadas ante la pasividad del Estado
con la minería, pues la mayoría de los emprendimientos mineros, principalmente
de la Minería Cooperativizada no cuentan con manifiestos ambientales, políticas
y licencias ambientales, lo que es peor no existe ética ecológica. La
deforestación ha crecido a lo largo de los últimos años, los incentivos
económicos que reciben los productos agrícolas como la soya, el algodón el
azúcar, la ganadería; han hecho que se
amplié la frontera agropecuaria sin tomar en cuenta el daño a la flora y la
fauna, ni que decir de los cultivos de coca que son amenaza constante para
parques y reservas nacionales.
La suspensión del París Dakar se debió a las presiones de ONG-s, al declarar a la
competición atentatoria contra los problemas de SIDA y hambruna, mesa sobre la
que se ponía de manifiesto la ostentación y el despilfarro, además del impacto
sobre el medio ambiente, a estos elementos habría también que sumar las amenazas de grupos
terroristas como Al-Qaeda[3]
de intervenir violetamente contra ciudadanos europeos[4].
Bolivia es el País mas pobre de la región con problemas propios
que necesitan de largo tiempo y trabajo para su solución, pobreza, medio
ambiente, incipiente democracia y falta
de ética, la han aquejado a lo largo de toda su historia, y estos deben ser los elementos fundamentales
a ser puestos sobre la mesa a la hora de tomar cualquier decisión para
cualquier tipo de emprendimiento interno
y externo.
Aún siendo muy conocidos los problemas por los que esta
competición fue suspendida en su antiguo recorrido desde Europa hacia África, Bolivia ha hecho público su interés por ser
parte del territorio a ser recorrido por el Dakar
, incluso esta dispuesta a pagar una alícuota para este efecto.
Llama la atención que en estos últimos años en los que Bolivia insiste
que sus territorio sea tomado en cuanta para la competición, no se haya hecho
un análisis científico, político y financiero para ver la conveniencia de traer
o no la competición a lugares únicos y diferentes a los de Chile, Perú y
Argentina, sitios como el salar de Uyuni, los Lipes y sus innumerables
humedales, etc. Lugares que contiene recursos ecológicos muy frágiles y que una
intervención sin cuidado, podría traer mas problemas que beneficios.
Ya se debería haber puesto en la balanza los aspectos positivos y
negativos, sobre los cuales se redacte un manifiesto que especifique el interés
o por el contrario el desistimiento y consecuente prohibición. Ha primado la
visión política y bajo este parámetro es que el Gobierno Boliviano a expresado
su interés y su deseo ferviente de que el Dakar
toque suelo boliviano.
Hacer un análisis del impacto ambiental, evaluando la
sostenibilidad de tal acción, de ser positiva, redactar la normativa y las
especificaciones ambientales y técnicas que deberían ser cumplidas para que
este rally se desarrolle en territorio boliviano, realizar las proyecciones y
la planificación a los ingresos económicos que esta actividad podría generar,
deberían haber sido considerados prioritariamente, antes de tomar cualquier
determinación apresurada como la que se puede advertir.
Mientras Bolivia no tenga un estudio de impacto ambiental y
cultural, que determine la conveniencia o no de que el Rally pase por
territorio Boliviano, nunca habrá un acuerdo que se impulse tal idea, pues como
prueba y base de discusión, son mas las observaciones y manifiestos hechos en
África y Chile[5] de
los impactos negativos que produce la carrera como antecedentes, que reportes
de mejoramiento de las condiciones de vida de los pobladores de los lugares por
donde atraviesa la competición y mucho menos o ningún reporte positivo de la
mitigación y cuidado del medio ambiente.
[2] Se ha hecho manifiesto un monto de cerca
de 4 millones http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/deportes/20130108/se-requiere-4-millones-de-dolares-para-traer-el_198216_422643.html
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